No hablemos de ausencias, de consagrados, históricos o capitanes de tormenta, jugamos tan mal como siempre. Sí digo también que desde la individualidad, para manotear algún naufrago y subirlo al bote, solo Díaz, Caire e, increíblemente para mí, destaco al Tano Nasuti, que en la única pelota que "perdió al grandote nos empomó el chiquito".
Si el fixture pintaba chivo, ahora lo es más, porque a la mochila, que ya era pesada, le agregamos una derrota que no digamos que era impensada, pero que en el ánimo y en el corazón veíamos como lejana y sin embrago terminó siendo, una vez más, una pesadilla de la que parecemos no despertar.
Arderán las redes sociales, no se salvará ni el loro, la cabeza del técnico, al que ya le ponen precio, parece transitar los últimos días que le brinda la garantía, su figura de persona de bien está fuera de toda duda y en mi opinión, sus conocimientos también.
Yo ni siquiera imagino peores o mejores escenarios, esto será partido a partido hasta completar este largo torneo que allá en el mayo próximo nos mostrará o no la mas cruda realidad o una serena sonrisa por el deber cumplido, pero no soy necio, llegar a aquel final del 2017 sin haber intentado el cambio que amerita la realidad sería un error imperdonable.
Primer partido y mancamos feo, ya nos quedamos fuera de una Copa que nos habían avisado que no era la prioridad, pues bien, 15 días muchachos, 15 días Christian y cuerpo técnico para que la única prioridad que nos queda sea mejorar, ¿laburo y mas laburo? No sé,yo creo que solo haría falta que jueguen al futbol.
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